Comprimir un archivo es almacenarlo en un formato distinto para que ocupe menos que el archivo original. Esto es útil tanto para ahorrar espacio para archivar información , pero sobre todo para enviarla o colgarla en Internet, ya que contra más ocupe el archivo más tarde en ser enviado y recibido, pero también para facilitar el envío de varios archivos. Por lo que descomprimir significa separar dichos archivos.
Al final de los 80 existían 2 formatos distintos ZIP y RAR incompatibles ente sí. Actualmente los compresores pueden gestionar esos formatos y algunos otros de forma distinta.
Otra opción es poder partir un archivo comprimido en varios volúmenes que se deben unir a la hora de descomprimirlo. Originalmente se usaba para almacenar un solo archivo en varios disquetes ya que tenían poca capacidad pero ahora es muy útil para transferir a través de internet el archivo fragmentado, lo cual es más eficiente.
Cada tipo de archivo solo se puede abrir con una aplicación que tiene asociada, por lo que para pasar la información de una app a otra hay que importar (para traer) o exportar (para llevar) la información. Pero con Windows tenemos la facilidad del copia y pega, que se basa en el estándar OLE (object linked and embebed) creado por Microsoft, que permite relacionar un archivo con otro para compartir datos, incrustar información de un archivo dentro de otro.
En el ordenador los archivos deben estar organizados, utilizando carpetas que a su vez pueden contener otras. Desde Windows 95 , la estructura organizativa sigue unas pautas muy intuitivas. Se parte del escritorio, en el podemos tener documentos que utilizamos frecuentemente o carpetas con subcarpetas, tu equipo, una papelera, etc...


No hay comentarios:
Publicar un comentario